He aquí algunos consejos con el fin de ayudarte a elegir los mejores colores para tu lámpara:
Cuanto más oscuro sea el color, más tamizada será la iluminación.
Para una buena iluminación, es mejor escoger un color claro y neutro: blanco, marfil, cáscara, lino, gris perla, amarillo claro, amarillo, naranja claro, parma claro, salmón, rosa claro o plata.
¡Cuidado con algunos colores muy fuertes como el rojo, el frambuesa, el verde anís y el verde eléctrico! ¡Captan toda la luz! Para contrarrestar este efecto, puedes asociar esos colores con otro más neutro para obtener más claridad con un colgante doble o triple.
Una lámpara compuesta únicamente de colores oscuros (ciruela, berenjena, gris antracita, gris grafito, negro, parma oscuro, azul noche, azul pato, verde pino, marrón chocolate) se volverá entonces en una “decoración luminosa”, por lo que no podemos hablar realmente de lámpara ya que la aportación luminosa será muy débil.